- El docente Francisco Javier Franco Silva cumplió 25 años de trayectoria y servicio en la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP).
Bogotá, marzo de 2023. (Comunicaciones ESAP) Después de más de 25 años de enseñanza y servicio en la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), el docente Francisco Javier Franco Silva se retira, dejando un importante legado en el ámbito público y su constante búsqueda de la construcción social del territorio.
Franco inició su carrera en la ESAP en 1998 como docente de Hora Cátedra y, desde 2008 hasta 2023, estuvo vinculado como docente de Carrera Profesoral. Durante su trayectoria académica, contribuyó en estudios de docencia e investigación con comunidades indígenas y campesinas en Cauca y Tolima, así como con sectores populares urbanos en Bogotá y Soacha, participando activamente en la construcción social del territorio.
Es importante destacar que Franco es Arquitecto y Antropólogo, posee un Magíster en Antropología del Desarrollo y el Territorio, así como un Título en Estudios Urbanos del Departamento de Urbanística de la Universidad Nacional. Además, actualmente está realizando su Candidatura a Doctor en Geografía Humana y Urbana en la misma institución.
¿Cómo se siente hoy al haber cumplido 25 años como profesor en la ESAP?
Yo soy el único Arquitecto que había en la planta de docentes de la ESAP. Soy el único Antropólogo. Soy el único Geógrafo. Soy candidato a Doctor a Geografía Humana y Urbana. Entonces todo lo que hago es por fuera de la administración pública. Sin embargo, entendí muy bien que la administración pública era un campo extraordinario desde el que sí podemos transformar el país. Para mí fue excepcional encontrarme con la ESAP para eso, para llevar a los estudiantes a que aprendiéramos a conocer el país, para que desde el conocimiento de los pobladores locales lográramos que toda la población se sintiera ligada a la administración pública. Yo creí que eso era muy difícil de hacer, pero he tenido una cantidad de estudiantes que han estado en la Amazonia, en la Orinoquia, en el Pacifico, en Nariño, en la Costa, y allí están intentando construir colectivamente ese conocimiento que necesitamos para hacer la administración pública desde lo propio. Cuando me fui de la ESAP, les envié un mensaje de despedida a los estudiantes y casi todos me respondieron, sintiendo que había hecho mi tarea.
¿Por qué es importante abordar la administración pública también desde otras disciplinas como la antropología y la arquitectura?
El mundo no es cuadrado y permanentemente uno siente que se le sale de las manos. Eso es lo que hacen los académicos de la posmodernidad o el posestructuralismo como Arturo Escobar, quien intenta mostrarnos que el mundo va mucho más allá que las disciplinas. ¿Qué necesitaría un estudiante para poder ir a un municipio pequeño? ¿Necesitaría tener la mente completamente abierta? ¿eso se los dan las disciplinas? por supuesto que no. Casi que uno simplemente necesitaría ser un ser humano. Ser un ser humano lo ayudaría a leer el territorio, lo ayudaría dialogar con los pobladores para conocer y recoger de los pobladores lo que necesita para armar un ejercicio de construcción de futuro con ellos. Entender que la humanidad lo da todo para transformar este país.
¿Cuál ha sido su mayor logro o contribución a la ESAP durante estos 25 años?
Siempre me he centrado en que mis estudiantes sientan que la creatividad y la innovación está muy cerca de ellos. Que cualquiera de nosotros puede ser un innovador, que cualquiera de nosotros puede hacer algo muy diferente de la administración pública, en donde construir desde lo propio sea fundamental. Mi discurso siempre ha sido que si nosotros hacemos la administración pública que necesitamos en nuestro país, otro va a ser nuestro problema. En la administración pública siempre se ha movido la tensión entre lo instituido y lo instituyente. Lo instituido es lo que ya está, las leyes, los marcos legales, pero la mitad del conocimiento está en lo instituyente. Entonces: ¿cómo hacer una administración pública en donde le demos mucha fuerza a lo instituyente, a lo que está por hacerse? Allí estaría eso de recoger el conocimiento local, de recoger ese saber de las poblaciones en cualquier lugar y que sin duda hagamos de la administración pública algo que construyamos desde lo propio.
Por otro lado, en los últimos tiempos el género aparece y nos enseña muchísimo. Siempre conocimos la visión masculina del mundo, pero las que tienen mucho más que decirnos son las teorías que nos hablan de la visión femenina del mundo. Yo les decía a las estudiantes mujeres que, si ellas tomaran las riendas de la administración pública, definitivamente tendríamos otro mundo porque allí está todo lo que necesitamos de la administración pública, una administración pública que permita mover las cosas hacia al servicio de la mayoría de la población.
¿Cómo has visto evolucionar a los estudiantes a lo largo de los años? ¿Hay alguna diferencia notable entre los estudiantes de hoy en día y los que enseñaba al principio?
Independiente de lo que esté pasando en la ESAP, los estudiantes siempre están abiertos al mundo y tienen por dentro lo interdisciplinario. Para los estudiantes su mundo no está cuadriculado, pero pareciera que nosotros los docentes estamos para encuadrarlos. Entonces por más que la universidad intente encuadrarlos, ya sea que matemáticas, en economía, en ciencias políticas, los estudiantes logran malear un poco eso. A pesar de que todo sea cuadriculado, los estudiantes siguen siendo lo que eran desde la infancia, desde que el mundo para nada esta cuadriculado y que pueden sobreponerse a eso. Los estudiantes siempre han tenido esa magia que les permite ser lo que quieran. Tuve muchos estudiantes que se fueron estudiar antropología después de que tuvieron el curso conmigo, pero volvieron a ser administradores públicos y ahora son antropólogos y administradores públicos. Muchos estudiantes no se quedaron encuadrados en la administración pública.
¿Cuál ha sido su experiencia favorita como profesor en la Escuela?
En los últimos tiempos me dediqué principalmente a dictar clase y dictar clase fue cada vez más rico para mí, siempre llevaba un cuento o una canción para sorprender a los estudiantes. Ellos jamás imaginaban lo que yo podía llevarles a la clase. Yo sentía que los estudiantes y yo era como el dialogo con las olas. Yo les echaba un cuento y ellos se pegaban al pupitre. Siempre ahí estaba la creatividad, el juego. Por su puesto la clase no se quedaba en eso, pero los estudiantes siempre se quedaron que en mi clase había mucho de diversión. Yo siempre les decía a los estudiantes ’ustedes son creadores, ustedes pueden hacer con su mundo lo que quieran, ustedes no pueden quedarse simplemente en los que les de la universidad’.
¿Qué consejos les daría a los nuevos profesores que se unen a la ESAP?
Pierre Bourdieu nos dice cómo los ciudadanos pueden ser sujetos y hacer sujetos que seamos protagonistas de nuestro propio destino. Es importante que tanto estudiantes como docentes sintamos eso. Bourdieu siempre nos muestra el lado oscuro de las cosas para que trabajemos en hacer otro mundo posible, un tanto cómo evitar que siempre todo se repita, todo se vuelva más de la mismo. En antropología también hay un texto que se llama la Cultura de la Pobreza, de Oscar Lewis, el cual nos habla que en una familia podemos siempre tener el papá que hace las cosas que nadie quisiera hacer y los hijos siempre pensamos que no vamos a hacer como el papá, pero terminamos haciendo lo mismo de nuestro papá. Y eso tiene que acabarse. Vemos la corrupción saltando por todos lados y, sin embargo, seguimos votando por los mismos y apoyando las políticas que los mismos han hecho mal. Siento que se deberíamos trabajar fuerte en identificar en donde está eso que nos corroe.
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