ABC de Aulas Híbridas
En la era actual, caracterizada por la creciente integración de la tecnología en todos los aspectos de nuestra vida, la educación no es una excepción. La Escuela Superior de Administración Pública – ESAP se enfrenta a un contexto educativo en constante evolución, donde la demanda de flexibilidad y accesibilidad se ha vuelto esencial. La necesidad de adaptarse a este nuevo panorama educativo se ha convertido en una prioridad para nuestra institución. Es en este contexto que se plantea la imperiosa necesidad de incursionar en el desarrollo de aulas híbridas, una modalidad que fusiona lo mejor de la educación mediada por tecnologías digitales basada en el aprovechamiento de multimodalidades, permitiendo a nuestros estudiantes aprovechar al máximo los recursos tecnológicos mientras mantienen la calidad de la instrucción y la interacción en el entorno académico.
Al mismo tiempo, estas aulas híbridas se presentan como una estrategia fundamental para llegar a los territorios más alejados, disminuir la brecha social y promover la inclusión, asegurando que la educación de calidad sea accesible para todos, sin importar su ubicación geográfica o su situación socioeconómica. En este sentido, es fundamental que la ESAP se embarque en la implementación de aulas híbridas, no solo para garantizar la formación efectiva de nuestros estudiantes, sino también para contribuir activamente a la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa en el ámbito de la administración pública moderna.
En la literatura encontramos autores como (Rama, 2021) que mencionan que el actual contexto educativo se caracteriza por una transición desde enfoques tradicionales centrados en la enseñanza, a enfoques centrados en el aprendizaje. En este sentido, los impulsos a los procesos de innovación educativa están orientados en esa dirección y como tales, tienden a promover dinámicas donde las personas resuelvan problemas, colaboren en el aprendizaje, auto aprendan, así como realicen actividades de su contexto profesional. En esta dinámica, la incorporación de componentes tecnológicos se constituye en el mecanismo para lograr una dinámica educativa por competencias y que se centre en el aprendizaje.
La educación híbrida, implica una articulación entre el trabajo docente y los ambientes virtuales, y al tiempo mejora las experiencias estudiantiles y docentes creando interacciones pedagógicas más acordes a las realidades sociales y a los desarrollos tecnológicos de internet. Es una enseñanza centrada en una combinatoria de modalidades virtuales de aprendizaje, tanto sincrónicas como asincrónicas.
Los modelos híbridos, por ejemplo, permiten aumentar la capacidad del sistema para que los estudiantes puedan aprender a su propio ritmo, y facilitar experiencias de aprendizaje auto dirigido, habilidades clave para estimular los aprendizajes. Asimismo, constituyen un catalizador para acelerar los procesos de transformación digital educativa, ya que ofrecen la oportunidad de transformar las maneras de aprender y enseñar, impulsando modelos más flexibles, inclusivos y enfocados en el desarrollo de habilidades y competencias del siglo XXI, esenciales para los trabajos del futuro (Arias Ortiz, Pérez Alfaro, Vásquez, & Brechner, 2020).
En definitiva, determinamos con todos estos elementos que el enfoque híbrido en la educación constituye una posibilidad de continuidad en el proceso enseñanza-aprendizaje, ya que implica la expansión y la continuidad espaciotemporal al combinar elementos presenciales y no presenciales, así como sincrónicos y asincrónicos en el ambiente de aprendizaje. Como lo expresa Duart, ‘Esta modalidad formativa se define por el uso entrelazado de la presencia con la no presencia en las aulas. Ello tan solo se puede conseguir modificando el diseño y la planificación docente y de aprendizaje de los cursos y de las asignaturas’ (Duart et al., 2008). Los ambientes híbridos trascienden la mera complementariedad entre la enseñanza presencial y virtual; se trata de una integración efectiva de ambas modalidades para enriquecer la experiencia educativa y promover un aprendizaje más flexible e inclusivo.
Según Rama (2021), la educación, en general, desempeña un papel crucial en la reducción de las desigualdades sociales al ampliar su alcance y fomentar el desarrollo de capacidades. Sin embargo, la modalidad presencial, debido a sus características inherentes, tiende a limitar los impactos positivos y a agravar las desigualdades al imponer restricciones en cuanto al acceso y afectar la calidad debido a la masificación de las aulas, lo que obstaculiza la democratización efectiva de la educación superior. Esto se debe, en gran medida, a las propias características de la educación presencial, que afectan los costos, la movilidad y la ubicación. Superar estas limitaciones se convierte en un prerrequisito esencial para la democratización y el ejercicio efectivo del derecho a la educación. En este contexto, una educación homogénea basada únicamente en la educación presencial se convierte en un obstáculo importante para la democratización y el acceso.
En la actualidad, las instituciones líderes en la transformación educativa han adoptado nuevas prácticas, donde los estudiantes disponen de aplicaciones móviles que les permiten inscribirse en cursos, solicitar libros, consultar calificaciones, acceder a recursos de aprendizaje, estudiar, agendar citas con tutores y reservar laboratorios u otros servicios. Incluso, tienen la posibilidad de presenciar videoconferencias o clases de manera síncrona o asincrónica (Rama, 2021).
Esta nueva forma de educación digital supera tanto la tradicional enseñanza presencial en aulas magistrales como la educación a distancia centrada únicamente en el autoaprendizaje autónomo o la educación virtual basada exclusivamente en plataformas de Sistema de Gestión de Aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés) y las nuevas tecnologías de videoconferencia sincrónica. Como se mencionó anteriormente, esta nueva forma de educación contribuye de manera significativa a la democratización de la educación superior y, como destaca Rama (2021), puede llegar a considerarse un bien público al integrarse en redes digitales. En este escenario, las fronteras entre lo virtual y lo presencial se desdibujan, y las personas tienen la libertad de estudiar ya sea en la comodidad de lo virtual, en la interacción social activa del aula o en la vida en las redes.
Las aulas híbridas son un salón de clase equipado con tecnología de punta (ver ilustración 1), que proporciona a estudiantes y profesores la oportunidad de participar tanto físicamente en el salón de clases como de forma virtual a través de tecnologías de comunicación en tiempo real. Estas aulas permiten una mayor flexibilidad en la entrega de la instrucción, ya que los estudiantes pueden optar por asistir en persona en determinados momentos y participar en línea en otros. Las aulas híbridas buscan aprovechar las ventajas de ambos enfoques, promoviendo la interacción entre estudiantes y profesores, al tiempo que ofrecen la posibilidad de acceder a recursos y contenidos en línea. Este enfoque se ha vuelto relevante en la educación moderna, ya que permite adaptarse a diversas necesidades de aprendizaje y situaciones, promoviendo la inclusión y el acceso a la educación.
En la actualidad, las aulas híbridas se han convertido en una innovadora solución educativa que combina lo mejor de dos mundos: la interacción en el aula física y las posibilidades ilimitadas del aprendizaje en línea. Esta modalidad ofrece ventajas significativas al proporcionar flexibilidad para los estudiantes, promover un entorno de aprendizaje inclusivo y accesible, y adaptarse a las cambiantes demandas de la educación en la era digital. En este contexto, exploramos algunas de las ventajas que ofrecen las aulas híbridas en la mejora de la experiencia educativa y el enriquecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje:
- Aumenta la capacidad de los estudiantes de aprender a su propio ritmo y de aprendizaje auto dirigido, habilidades clave a desarrollar para estimular los aprendizajes (BID, 2020). Ritmo personalizado de aprendizaje: autodirigido.
- Clase invertida: Primero revisas el contenido online, y luego acudes a clase. La ventaja es que el profesor puede enfocar la sesión en una tutoría para resolver dudas, plantear cuestiones o ahondar en los temas más complejos. El aula invertida es un modelo de los muchos que es posible implementar en las aulas híbridas.
- El uso de la tecnología no se centra en impartir conocimiento, sino en el medio para transmitir a los alumnos o interesados, el uso de repositorios documentales para procesos de estudios, repasos o prácticas, como complemento de la clase impartida.
- Flexibilidad en diseño de materiales de estudio.
- Mejora el rendimiento de las clases.
La implementación de la educación híbrida en la región presenta notables desafíos, tal como señala el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el año 2021. Esta tarea va más allá de simplemente proporcionar programas, recursos y herramientas; implica la necesidad de contar con docentes que estén debidamente capacitados en nuevas prácticas pedagógicas y el uso de tecnología. Además, se requiere la adaptación de los currículos para respaldar y fomentar estas nuevas formas de aprendizaje, que se basan en competencias y habilidades clave. Por otro lado, en términos de demanda, los principales desafíos se centran en el acceso y el uso de dispositivos tecnológicos, así como en la conectividad, elementos esenciales para optimizar la experiencia de la educación híbrida.
En este contexto, los expertos (Arias Ortiz, Pérez Alfaro, Vásquez y Brechner, 2020) han identificado cuatro pilares fundamentales para la implementación exitosa del modelo de educación híbrida. Estos pilares abarcan desde el desarrollo de nuevas pedagogías, competencias y perfiles docentes hasta la provisión de equipamiento y conectividad adecuada. Asimismo, se destacan la selección adecuada de plataformas y contenidos educativos, junto con la recopilación y seguimiento de datos sobre el rendimiento de los estudiantes. La ilustración 2 ofrece una representación visual de estos pilares esenciales, que son esenciales para lograr una transición efectiva hacia la educación híbrida.
En el pilar de equipamiento y conectividad, en la ESAP estamos instalando 96 Aulas Híbridas en las 16 Territoriales y en la sede Central, además de 1.440 computadores que estarán distribuidos en las salas de cómputo que se instalarán en los 49 lugares de desarrollo, a los cuales también se les garantizará la conectividad a Internet y que se encuentran en 27 Departamentos del País, como se muestra en la ilustración 3.
En cuanto al Pilar de nuevas pedagogías, competencias y perfil docente, se destaca la importancia de construir experiencias de aprendizaje que capturen el interés por aprender del estudiante, para lo cual la ESAP continuará formando a sus docentes en estrategias de enseñanza aprendizaje para el aprendizaje activo en el marco del modelo pedagógico institucional, estaremos brindando cursos de formación en el uso de las Aulas híbridas y se difundirá las fichas estratégicas de aprendizaje activo (ilustración 4) con algunas estrategias que facilitan el proceso de enseñanza- aprendizaje en aulas híbridas, con el fin de que nuestros docentes conozcan nuevas prácticas pedagógicas que logren impactar de manera positiva el enfoque centrado en el aprendizaje, que mejore las experiencias de los estudiantes y docentes y cree interacciones pedagógicas acordes a las realidades sociales y a los desarrollos tecnológicos de internet.
La ESAP tiene un firme compromiso en la implementación de estrategias pedagógicas y didácticas que promuevan un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en principios sociocognitivos. Esta apuesta se enmarca dentro de nuestro modelo pedagógico y tiene como objetivo el fortalecimiento y consolidación de profesionales en la Administración Pública, preparados para impactar de manera integral en el desarrollo de nuestro país. En el contexto actual, enfrentamos el desafío de innovar nuestras estrategias educativas para adaptarnos a las tendencias emergentes en educación, con el fin de asegurar que nuestra educación de calidad llegue a todos los rincones del territorio nacional.
Según (Jou, 2010), el Aprendizaje Vivencial, tiene como principio fundamental que los estudiantes aprenden mejor cuando participan de forma activa en experiencias abiertas de aprendizaje, que cuando participan de manera pasiva en actividades estructuradas.
Es así como este escenario, resulta cierto el desafío que enfrentan los estudiantes al relacionarse entre sí de dos maneras distintas, a veces cara a cara y otras veces a través de un dispositivo, escenario donde el docente pasa a tener un rol muy relevante, pues debe propiciar que tanto el estudiante en línea como el que está presente, se mantengan conectados y en interacción constante con la clase, más allá de la cámara encendida, para aquellos estudiantes en formato remoto, si no en diálogo sobre los contenidos y temas relevantes de la asignatura entre ambos grupos, lo que sin duda se convierte en una experiencia de aprendizaje que el docente debe saber mediar. Este proceso conlleva a que se generen unas habilidades particulares en los estudiantes que realmente posibiliten el autoaprendizaje y que el docente adquiera un rol mucho más dinámico que guíe este proceso.
Reto para el cual, un método que podría ser útil es el aprendizaje basado en equipos (TBL) que conforme a lo expresado por (Michaelsen, 2012) demanda un cambio en los roles y enfoques tradicionales. Por una parte, el profesor deja de ser el proveedor primario de contenidos e información, y pasa a ser un diseñador y encargado de la gestión del proceso de instrucción en general y, por otra parte, el alumno deja de ser un receptor pasivo y pasa ser responsable de la generación autónoma de su aprendizaje, lo que lo prepara para el trabajo grupal en clases.
En el pilar de contenidos y plataformas, reconocemos la necesidad de diseñar actividades considerando factores propios de este nuevo escenario, tales como: la participación de los y las estudiantes, tipos de interacciones, recursos, los tiempos a utilizar para cada actividad.
Al respecto, es interesante el planteamiento que hace la Universidad de la Frontera (2021), la heterogeneidad y la modalidad de tener dos audiencias simultáneamente, requiere que el esfuerzo de docentes y estudiantes esté en construir aprendizajes para todos los asistentes, sin importar si su participación es presencial o remota. Para ello, se sugiere privilegiar actividades que vayan más allá de la entrega de contenidos, se deben privilegiar actividades de aplicación, resolución, análisis u otros a través de la interacción entre los participantes.
Según menciona (Universidad de la Frontera, 2021), el Aula invertida es un modelo pedagógico muy utilizado, pues permite que la entrega de contenido sea a través de video-clases, lecturas o audios en Campus Virtual, con lo cual el o la estudiante desde casa, pueda revisar y desarrollar algunas actividades dadas por el o la docente y que, en las clases de formato híbrido, sea el mejor momento para aplicar, analizar, evaluar y crear a través de la interacción con sus compañeras y el o la docente. El objetivo principal es que durante la clase híbrida se desarrolle el trabajo cognitivo más complejo que requiere de la respuesta y guía del docente o de la interacción con sus pares, integrando a las dos audiencias para otorgar una oportunidad de aprendizaje similar.
Por último, el pilar de datos y seguimiento de estudiantes se centra en la importancia de establecer mecanismos para monitorear y evaluar los aprendizajes, utilizando las ventajas que provienen del uso de la tecnología para mejorar y/o adaptar la oferta de contenido y crear sistemas de protección de trayectorias educativas que permitan atender las necesidades y demandas de los estudiantes.
Casos internacionales exitosos
Casos nacionales exitosos
Mitos y verdades
Sabias que…
Preguntas Frecuentes
Se trata de un salón de clase equipado con tecnología de punta, que proporciona a estudiantes y profesores la oportunidad de participar tanto físicamente en el salón de clases como de forma virtual a través de tecnologías de comunicación en tiempo real. Esto permite una mayor flexibilidad ya que los estudiantes pueden optar por asistir en persona en determinados momentos y participar en línea en otros, pero siempre con la posibilidad de interactuar con el docente y sus compañeros.
La educación híbrida suele ir acompañada de pedagogía activa, en la cual el profesor deja de ser alguien que solo dicta clase, un expositor de ideas (Galvis, 2018), y se convierte en un facilitador que ayuda a los estudiantes a aprender, a crear sus propios modelos, a llegar al conocimiento por ellos mismos. Con los estudiantes ocurre igual: con la educación híbrida, en particular cuando se usa pedagogía invertida, deben estudiar para ir a clase, pues en ella profundizan lo estudiado, y después, por fuera del aula, aplican o generalizan lo apropiado.
La educación hibrida supera tanto la tradicional enseñanza presencial en aulas magistrales como la educación a distancia centrada únicamente en el autoaprendizaje autónomo o la educación virtual basada exclusivamente en plataformas de Sistema de Gestión de Aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés). En este orden de ideas, si el componente virtual es mayor al 70% debería hablarse de educación virtual y si no llega al 30% debe asumirse como educación presencial apoyada en tecnología. La intención con la educación híbrida es aprovechar lo mejor de los dos mundos (Casallas, 2018)
Para que sea considerada híbrida deben combinarse espacios y momentos de aprendizaje autónomo del estudiante, mediados por el uso de tecnología, con encuentros físicos en el aula de clase, donde debe asistir el docente a dictar su tutoría. En la modalidad híbrida el tiempo de la virtualidad requiere un trabajo autónomo de aprendizaje consciente y solo después que se ha hecho ese trabajo juicioso en casa, los alumnos llegan con dudas específicas al encuentro de su profesor, que en ese caso actúa más como un guía que como un transmisor del conocimiento (Casallas, 2018).
Se están adquiriendo 96 aulas híbridas distribuidas de manera proporcional en seis equipos para cada una de las 16 direcciones territoriales y se instalarán 51 salas de computo en 51 municipios donde se encuentran los centros de tutoría.
Además de servir para las clases formales (pregrado y posgrado), permitirá alcanzar una cobertura en personas capacitadas en el primer año de más de 145.450 servidores públicos y ciudadanía en general. Así mismo, servirá para funcionarios del Alto Gobierno, pues permitirá la formación de 8.000 altos funcionarios del Estado, entre miembros de corporaciones públicas, asesores y congresistas. Este proyecto además impactará a 400 semilleristas, fortaleciendo nuestros procesos de investigación.
El compromiso es no tener grupos superiores a 40 estudiantes.
A través de la definición del Plan Estratégico de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones -PETIC, se constituye el marco orientador para posicionar las TIC como eje estratégico fundamental de la Escuela, para el logro de sus objetivos y para la consolidación de una administración pública más eficiente, coordinada y transparente.
Es así como la construcción del PETI se encuentra alineado con el PND 2022 – 2026 en la transformación de convergencia regional en lo referente a: Respuesta eficiente de las instituciones públicas, que atienden efectivamente a las expectativas y necesidades ciudadanas, encontrando soluciones a problemas sociales complejos, y la alineación con el Plan Estratégico de la Entidad, para un aporte directo con el objetivo 4: transformación organizacional, donde a través de la estrategia de desarrollar soluciones de infraestructura y TIC que fortalezcan las capacidades institucionales, se busca avanzar en la transformación digital de la ESAP para la construcción de procesos académico administrativos más flexibles, integrados y automatizados que permitan el trabajo en red, cerrar la brechas de conectividad entre los territorios, diseñar e implementar mecanismos de comunicación robustos y eficaces, garantizar la interoperabilidad entre las plataformas tecnológicas, establecer un modelo de infraestructura con ambientes virtualizados, de modo que se permita actualizar, optimizar y garantizar el funcionamiento de los servicios de TIC y que se logren las metas institucionales.
De acuerdo con lo anterior, se define el portafolio de proyectos que constituyen el PETI, dentro del cual se encuentra la implementación de las aulas hibridas, el cual responde a una de las iniciativas que busca Instaurar capacidades basadas en TIC y de los sistemas de información estratégicos de la ESAP, para el fortalecimiento de los programas de formación y el desarrollo de capacidades del territorio.
Las aulas híbridas utilizan una variedad de tecnologías para combinar la enseñanza presencial y en línea. Algunas de las tecnologías comunes incluyen:
- Plataformas de aprendizaje en línea: Estas plataformas proporcionan acceso a contenido educativo, tareas y evaluaciones en línea. Ejemplos incluyen Moodle, Canvas y Google Classroom.
- Videoconferencias: Herramientas como Zoom, Microsoft Teams y Google Meet permiten la comunicación en tiempo real entre estudiantes y profesores, facilitando la interacción en línea.
- Grabaciones de clases: Las grabaciones de clases en video permiten a los estudiantes revisar el contenido en su propio tiempo y ritmo.
- Contenido multimedia: El uso de videos, podcasts y recursos interactivos en línea enriquece el material de estudio.
- Pizarras electrónicas: Las pizarras digitales permiten a los profesores mostrar contenido y anotar en tiempo real, tanto para estudiantes en el aula como en línea.
- Plataformas de colaboración: Herramientas como Microsoft 365 y Google Workspace facilitan la colaboración en línea en documentos y proyectos.
- Aplicaciones y software educativos: Los estudiantes pueden utilizar aplicaciones educativas en línea para practicar y reforzar conceptos.
- Dispositivos móviles: Los dispositivos como tabletas y teléfonos inteligentes permiten el acceso a contenido educativo en cualquier lugar.
- Plataformas de gestión del aprendizaje (LMS): Estos sistemas permiten a las instituciones educativas administrar cursos, inscripciones y evaluaciones en línea.
- Redes sociales y foros en línea: Estas herramientas promueven la interacción entre estudiantes y fomentan la discusión y colaboración en línea.
La combinación de estas tecnologías permite a las aulas híbridas ofrecer una experiencia de aprendizaje flexible y enriquecida, que puede adaptarse a las necesidades de los estudiantes y las circunstancias.
Ventajas de las aulas híbridas:
- Flexibilidad: Los estudiantes pueden acceder al contenido en línea desde cualquier lugar, lo que les permite adaptar su aprendizaje a sus horarios y preferencias.
- Acceso a recursos en línea: Las aulas híbridas pueden aprovechar una amplia gama de recursos educativos en línea, como videos, simulaciones y materiales interactivos.
- Mejora de habilidades digitales: Los estudiantes adquieren competencias tecnológicas valiosas en un entorno digital.
Desventajas de las aulas híbridas:
- Desafíos de acceso a la tecnología: No todos los estudiantes tienen igualdad de acceso a dispositivos y conexiones a Internet confiables, lo que puede crear brechas en el aprendizaje.
- Intermitencia en la conectividad: Afecta la correcta interacción entre los docentes y sus estudiantes ya que limita el acceso a los recursos tecnológicos, lo que podría afectar la participación y la comprensión.
- Planificación y diseño de cursos complejos: Requiere una planificación cuidadosa y recursos adicionales para desarrollar contenido en línea efectivo.
- Posible sobrecarga de información: La disponibilidad de una gran cantidad de recursos en línea puede ser abrumadora para algunos estudiantes.
- Problemas de seguridad en línea: Pueden surgir problemas de privacidad y seguridad al utilizar plataformas en línea.
Casallas, R. (2018). Educación hibrida: lo mejor de dos mundos. Revista de ingenieria No 15. Universidad de los Andes, 9 – 11.
Galvis, A. (2018). Hoy es mas importante desarrollar competencias que aprender contenidos. Revista de ingenieria. Universidad de los Andes, 13 – 18.
Rama, C. (2021). La nueva educación híbrida. México: Cuadernos Universidades.
Reyes, A. (2018). Los mabientes hibridos de formación: un dialogo con las nuevas generaciones. Revista de ingenieria. Universidad de los Andes, 5.
